Cuando hablamos de conflictos, solemos pensar en algo incómodo, negativo, incluso peligroso. Pero en este episodio te proponemos cambiar de enfoque. Porque el problema no es que haya conflictos (spoiler: los va a haber siempre), sino cómo los gestionamos.
Aquí vas a descubrir una forma diferente de enfrentarlos: no desde el ataque o la huida, sino desde la empatía, la escucha y la búsqueda real de soluciones. Hablamos de cómo detectar a tiempo los primeros signos de tensión, de por qué es clave reconocer el conflicto sin dramatizar, y de cómo salir de esa dinámica de “yo tengo razón” que solo lo empeora todo.
Comentamos una estrategia sencilla pero potente para resolver conflictos que se basa en cinco pilares:
- Aceptar que hay un problema (sin minimizarlo ni echarle tierra).
- Ponerse en la piel del otro y entender su punto de vista, aunque no lo compartas.
- Buscar puntos en común sobre los que empezar a construir.
- Cuidar la comunicación, porque no es lo que dices, es cómo lo dices.
- Encontrar soluciones win-win en vez de convertir la discusión en una competición.
Además, aplicamos esta estrategia a conflictos habituales en el trabajo, como cuando te dan feedback injusto o alguien se apunta el mérito de tu trabajo. Porque sí, también aquí se puede actuar con inteligencia… sin rehuir el conflicto ni dañar la relación.
Hablamos del papel del tono, el lenguaje no verbal y el paralenguaje, y de por qué muchas veces no es el mensaje lo que molesta, sino la forma en la que se transmite.
Y cerramos con tres consejos clave para que, después de un conflicto, la relación no quede tocada:
El conflicto no es el enemigo. Y si sabes cómo manejarlo, puede convertirse en una gran oportunidad para crecer, aclarar lo importante y construir vínculos más sólidos.
¡Nos escuchamos GHCers! 🏄