6 consejos prácticos para desarrollar y potenciar las competencias digitales de tus equipos

Otra cosa no, pero si algo hemos aprendido durante este último año y medio, aparte de a lavarnos bien las manos, es la importancia de saber desarrollarse en un entorno digital y tecnológico. ¿Cuántas empresas se han visto abocadas al cierre por no haberse sabido sumar a la transformación digital? Dadas las circunstancias actuales y que vendrán, contar con un equipo versado en habilidades digitales y tecnológicas es crucial para poder sobrevivir en un mercado cada vez más dominado por las TIC. 

Por eso, en este artículo os vamos a proponer una serie de consejos útiles para desarrollar y fomentar las competencias digitales de los empleados, lo que ayudará a mejorar la competitividad tanto de nuestros colaboradores como de nuestro negocio. 

¿Crees que es difícil o que vas a necesitar una gran inversión? Nada más lejos de la realidad. 

¡Empezamos! 

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Lo que encontrarás en este artículo: 

• Habilidades digitales, ¿por qué son importantes para las organizaciones? 
• ¿Qué son las competencias digitales? 
• Las competencias digitales más demandadas por las empresas. 
• ¿Qué es el cociente intelectual digital? 
• Estrategias para desarrollar y potenciar las competencias digitales de tu plantilla 
• Conclusiones 

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#1. Habilidades digitales, ¿por qué son importantes para las organizaciones? 

La competitividad de España cayó en 2020 hasta situarse en el puesto 39 de 64 países, afirma la 33º edición del Ranking de Competitividad Mundial del IMD. Este es el peor resultado de nuestro país desde 2014 y sería muy fácil culpar a la crisis sanitaria, si no fuera porque el resto de países europeos como Portugal o Grecia no solo no han perdido competitividad, si no que la han ganado.  

Los analistas achacan este resultado a diferentes factores, entre los que subrayan cuestiones estructurales y la falta de impulso de la digitalización por parte de las empresas. 

Pese a que estamos metidos de lleno en plena 4º Revolución Industrial, esto es, la Revolución Digital, todavía quedan empresas que se resisten al cambio, ya sea por miedo a no saber adaptarse, o por falta de conocimientos en el sector. 

Sea como sea, la tecnología es un factor crucial que determina, hoy más que nunca, el éxito a medio y largo plazo de cualquier empresa. Y esto es aplicable a cualquier sector. Sí, incluso la hostelería y el turismo se benefician muchísimo de los medios digitales. 

Las nuevas tecnologías generan, queramos o no, nuevos mecanismos de competencia dentro del mercado laboral y lo único que está en nuestra mano es decidir reinventarnos y seguir aprendiendo para evolucionar y poder dar respuesta a las necesidades actuales, o bien no hacerlo y quedarse atrás. 

Y como nadie que tenga un negocio quiere verse en desventaja, la Transformación Digital es la principal prioridad para la mayoría de las empresas en 2021. Según un estudio de Red Hat, el 36% de las compañías encuestadas quiere dedicar parte de su inversión financiera en adaptar sus recursos y formar a sus equipos en habilidades y competencias digitales.  

#2. ¿Qué son las Competencias Digitales? 

Cuando hablamos de competencias digitales nos referimos al conjunto de habilidades y conocimientos transversales que usamos para poder usar herramientas tecnológicas de manera óptima y eficiente, tanto a nivel personal como profesional. 

Éstas implican el uso creativo, crítico y seguro de las TIC (tecnologías de la información) para el correcto desarrollo de las funciones del trabajo y así alcanzar los objetivos y metas propuestos por la empresa.  

Un equipo con las adecuadas competencias bien desarrolladas será capaz de hacer un uso eficiente de los recursos disponibles, acceder a nuevas fuentes de información, generar ideas originales e innovadoras y resolver problemas a media que vayan apareciendo. 

Se trata de una competencia básica para poder desarrollarnos con éxito en la sociedad del siglo XXI, y los Millennials y Centennials la adquieren de manera prácticamente innata. 

Sin embargo, uno de los hándicaps de los medios tecnológicos es que evolucionan a una velocidad vertiginosa, y lo que hoy es una herramienta puntera, en pocos meses puede convertirse en un recurso totalmente desfasado.  

Por lo tanto, es necesario que dentro de nuestra organización fomentemos una cultura de learnability constante, para asegurarnos de que nuestros equipos poseen los conocimientos actualizados para unas correctas competencias digitales que impulsen su productividad y rendimiento.  

Otro aspecto clave que hay que destacar es que dentro de las habilidades digitales se encuentran las competencias tecnológicas, las cuales se apartan de la visión holística para centrarse en el uso de programas y herramientas concretos. Dependiendo del trabajo a realizar, estas habilidades pueden ser: saber programar en un lenguaje específico, diseñar en 3D, gestionar sistemas de contenidos online, etc. 

Cómo veis, ya no se mencionan las habilidades ofimáticas clásicas, y es que se da por hecho que todo el mundo debe saber utilizarlas: ser capar enviar un e-mail, utilizar herramientas de gestión básicas o navegar por Internet forma parte de nuestro día a día. 

#3. Las competencias digitales más demandadas por las empresas 

Todos aquellos negocios que quieran adaptarse a esta nueva realidad, tendrán que pasar por actualizar sus servicios y su manera de comunicarse con el cliente objetivo y para ello, es necesaria la creación de nuevos puestos de trabajo con los que antes no se contaba, así como la atracción y contratación de nuevos empleados con un perfil más tecnológico e IT. 

A pesar de que las competencias digitales requeridas serán diferentes en función al puesto a realizar y el área de acción de cada empresa, todas ellas tienen en común un excelente dominio de estas 5 áreas de conocimiento:  

• Alfabetización: saber buscar, analizar y almacenar información útil y de calidad. 
• Comunicación: saber comunicarse con otras personas adecuadamente. 
• Creación: saber utilizar los recursos tecnológicos para crear y diseñar nuevo contenido digital. 
• Seguridad: saber proteger dispositivos y personas de ataques externos o robo de identidad. 
• Resolución: ser capaz de resolver problemas. 

Para ser más concretos, estas son las 10 competencias digitales más demandadas por las organizaciones: 

• Óptima gestión de la información en la nube. 
• Conocimientos para la ejecución de campañas de e-comerce. 
• Conocimientos para el diseño de estrategias de comunicación digital. 
• Conocimientos para la Optimización de Motores de Búsqueda (SEO). 
• Conocimientos en la gestión de comunidades a través de RRSS. 
• Competencias audiovisuales. 
• Conocimientos de marketing aplicado a motores de búsqueda (SEM). 
• Conocimientos en ciberseguridad. 

Pero las organizaciones se enfrentan a un desafío todavía mayor que el de encontrar a los candidatos adecuados. Y es que, como hemos adelantado anteriormente: según la Ley de Moore, el crecimiento de la tecnología es exponencial lo que significa que los avances y la complejidad de los recursos se multiplican cada poco tiempo.  

Como resultado, el cociente intelectual digital de las empresas se va reduciendo a medida que la tecnología se va actualizando. 

#4. ¿Qué es el Cociente intelectual digital? 

El Cociente Intelectual Digital (Digital IQ en inglés), mide la capacidad de una organización para aprovechar y rentabilizar la tecnología que tiene a su disposición.  

Es decir, expresa hasta qué punto las empresas entienden el valor de la tecnología y, no solo invierten en ella como meras herramientas, si no que la integra dentro de sus estrategias de negocios para mejorar la velocidad, la agilidad y la ventaja competitiva. 

Según PwC: “Consiste en integrar conversaciones digitales en todos los aspectos del negocio. Los que tienen un mayor índice de inteligencia digital buscan tecnologías de la información por su poder para alterar los modelos de negocio y crear otros nuevos”. 

Las encuestas realizadas año tras año por dicha consultora demuestran que la confianza de los CEOS en su inteligencia digital va cayendo de forma imparable: en 2015 el 66% de los CEO calificó su CI digital como fuerte; actualmente este porcentaje es del 56%. 

La explicación a este fenómeno no se da porque los empleados sepan cada vez menos sobre nuevas tecnologías, si no que el mercado es cada vez más exigente con el uso de los medios digitales. 

Si no fomentamos y desarrollamos las competencias de esta área, existe la posibilidad (bastante elevada) de que se genere una brecha entre lo que sabe tu equipo y lo que necesitas como negocio para aportar las soluciones que realmente necesitan tus clientes. 

Como en GHC nos gusta compartir, a continuación te dejamos con un conjunto de estrategias que servirán para propulsar la Digital IQ de tu organización y mejorar su competitividad.  

#5. Estrategias para desarrollar y potenciar las competencias digitales de tu plantilla 

1. Todo empieza desde arriba 

Aportar nuevas tecnologías y forzar a tus colaboradores a que se adapten a ellas no es un proceso demasiado… natural. Al contrario, el cambio debe llegar desde arriba, siendo los ejecutivos y directivos los principales líderes del desarrollo. 

Hay estudios que dicen que, paradójicamente, solo el 55% de los CEOS entienden las nuevas tecnologías, lo cual es un problema. Como líder o manager, se debe dar ejemplo y ser el primero en abrazar las nuevas herramientas, aplicaciones y sistemas. 

Pero mucho antes de llegar a ese punto, debes auditar el estado de tu negocio: ¿Qué es lo que realmente necesito cambiar? ¿Qué nuevos recursos debo aportar para no ir a la zaga?  

2. Analiza a tu equipo 

El siguiente paso es analizar la situación en la que se encuentran tus equipos y su alfabetización digital. 

La mejor manera de hacerlo es hablando con ellos directamente. Según Jake Gardner, HR manager de la compañía australiana Aussie Writings: “hablar con los empleados es la manera más rápida de cubrir un montón de temas. Puedes aprender de sus opiniones y puntos de vista, identificar herramientas obsoletas y, a partir de ahí, establecer que recursos deben sustituirse o ser mejorados”. 

Si notas que hay herramientas que están frenando el trabajo de tus colaboradores, es la hora de empezar a pensar en alternativas. Evidentemente, estas alternativas no solo tienen que mejorar la eficiencia de los empleados, también deben ir acordes al objetivo que deseas cumplir, como por ejemplo: 

• Mejorar la satisfacción de los clientes. 
• Acelerar la entrega de productos. 
• Mejorar la comunicación interna. 
• Reducir costes de producción. 

3. Encuentra los recursos adecuados 

Ahora que conoces los pros y los contras de tu organización, puedes dedicarte a buscar aquellas herramientas que permitan a tu organización crecer como un todo. Internet es un vasto mercado de aplicaciones y softwares dirigidas a profesionales, por lo que es un reto saber filtrar y tomar la decisión de adquisición correcta. 

Supongo que no te vamos a descubrir nada nuevo, pero es aconsejable empezar a mirar por grandes marcas que ofrezcan un gran conjunto de características útiles y que además cuenten con el apoyo y comentarios positivo de clientes.  

También es una buena idea echarle un ojo a las críticas de los consumidores, las cuales te ayudarán a entender el funcionamiento del recurso en el que estás interesado y podrás descubrir detalles que inclinen la balanza hacia la compra, o no.  

4. Da a conocer tus intenciones 

Otro paso en la estrategia es la de organizar reuniones en las que explicar a la plantilla el por qué de la introducción de nuevos recursos y herramientas.  

Tu objetivo es mejorar su flujo de trabajo, pero eso ellos no lo saben y siempre habrá quien, ante la disrupción de lo habitual, arquee una ceja. “Si ya funcionaba, ¿por qué cambiar?”, es un pensamiento bastante habitual, especialmente entre los empleados senior. 

La comunicación de las modificaciones debe hacerse cara a cara y no a través de un e-mail interno, de esta manera podrás contestar todas las dudas que les vayan surgiendo a los empleados y, además es una excelente oportunidad para explicar todas las mejoras que experimentarán y todos los beneficios que obtendrán, tanto ellos como la organización.  

5. Organiza la implementación de los nuevos recursos 

Una vez que los equipos saben que va a haber actualizaciones en las herramientas con las que solían trabajar, llega el momento de organizar e introducir dichos cambios. Para que la transición sea lo más suave posible, he aquí unos consejos: 

• En caso de que vayas a usar una plataforma muy compleja, puedes contratar el servicio de algún experto que durante los primeros días se dedique a mentorizar a los empleados y a formarles en las nuevas funcionalidades. 
• Proporciónales video-tutoriales y guías a las que puedan acceder siempre que lo necesiten. 
• Organiza webinars y seminarios, en los que se explique detalladamente el funcionamiento de las nuevas herramientas y cómo usarlas para sacarle el máximo partido.  

6. Prepárate para una vida de aprendizaje continuo 

Nuestro último consejo es que te conciencies de que esto no es el final, si no el principio. A medida que las nuevas tecnologías vayan evolucionando y emergiendo nuevos sistemas mucho más complejos, el proceso de actualización también se irá reiniciando. 

Pensando a largo plazo, la organización debería contar con alguna plataforma o espacio físico en el que inspirar a los empleados a ir aprendiendo por su cuenta. 

También puedes organizar encuentros y reuniones semestralmente para debatir sobre nuevas tecnologías, novedades interesantes del sector en el que opera tu organización, qué recursos lo “están petando” últimamente y obtener feedback de los empleados sobre la situación actual. 

##Conclusiones 

La tecnología está cambiando el modo de hacer negocios, pero lo hace de una manera tan rápida que a veces cuesta seguir el ritmo. Para que tus equipos mantengan siempre sus competencias digitales a la última y que la Inteligencia Digital de tu organización no disminuya su cociente, es fundamental plantearse una estrategia para impulsar estas capacidades. 

Siguiendo estos consejos, tus equipos se convertirán en expertos digitales, maximizando los resultados del negocio y no solo alcanzando a la competencia, también superándola.  

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