Solo en España, más de 1 millón de personas no acuden al trabajo… ¡cada día! El absentismo laboral es uno de los problemas más comunes que afectan a las empresas, y uno de los que más pérdidas generan: casi 7.000 millones de euros al año. ¡Casi nada!
Pese a las cifras tan altas, lo cierto es que el absentismo es un mal que se puede evitar o, al menos, reducir bastante.
¿Cómo? Pues en otros blogs leerás que una manera efectiva de evitar el absentismo laboral es vigilando los empleados, creando un sistema de fichado o limitando el acceso a internet.
Spoiler: Tratar a los empleados como niños pequeños no solo no lo evitará, si no que incrementará las ausencias. Básicamente porque odiarán ir al trabajo.
Entonces, ¿qué podemos desde el departamento de RRHH para aliviar las faltas continuadas? Sigue leyendo y lo descubrirás.
¡Empezamos!
Lo que encontrarás en este artículo:
- Qué es y qué no es el absentismo laboral.
- Tipos de absentismo laboral.
- Factores que facilitan la aparición del absentismo laboral
- Herramientas para combatir el absentismo laboral
- Consejos para reducir el absentismo laboral
#1. Qué es y qué no es el absentismo laboral
El absentismo laboral, o ausentismo en América Latina, hace referencia a todas aquellas situaciones en las que un empleado no está presente en su puesto de trabajo, faltando a las condiciones por las que fue contratado.
Entonces, ¿una falta justificada también es absentismo?
Sí. Las ausencias justificadas son un tipo de absentismo que veremos más adelante.
Es evidente que somos personas y todos podemos faltar al trabajo alguna vez, ya sea porque nos hemos puesto enfermos, o porque tenemos alguna cita ineludible, o porque después de una noche de concierto salvaje no podemos movernos de la cama.
Pero las ausencias sistemáticas representan un serio problema para los negocios y es que, si no hay trabajadores, se paraliza la producción. Y, si hablamos de las empresas más pequeñas donde no hay nadie que pueda asumir las tareas de la persona que no está, este problema es todavía peor.
Y, en caso de que sí haya personas que se puedan ocupar de las responsabilidades de los demás… sería añadirle más carga de trabajo aparte de la que ya tiene. A nadie le gusta que le carguen el peso de los demás, por lo tanto, el absentismo laboral no solo frena el crecimiento económico de una organización: también es uno de los principales desencadenantes de las malas caras y las quejas, generando un clima laboral tóxico e insalubre.
No es de extrañar, pues, que el absentismo laboral sea una de las principales prioridades para los departamentos de Recursos Humanos.
Son los profesionales de este sector los que se deben encargar de medir, monitorizar y seguir este problema a la vez que diseñan e implementan estrategias que ayuden a minimizar la aparición de este fenómeno.
Ahora bien, ¿en qué situaciones un empleado puede faltar al trabajo sin que engrose las estadísticas de absentismo?
Según el artículo 52.D del Estatuto de los Trabajadores, no se considera absentismo laboral:
- Las ausencias debidas a las huelgas.
- El ejercicio de actividades de representación legal de los trabajadores.
- Los accidentes de trabajo.
- La baja por maternidad, paternidad, lactancia o por riesgo durante el embarazo.
- Licencias y vacaciones.
- Enfermedades o accidentes no laborales cuando la baja haya sido acordada por los servicios sanitarios oficiales y tengan una duración de más de veinte días consecutivos.
- Las faltas derivadas por violencia de género acreditadas por los servicios sociales.
- Las ausencias que obedezcan a un tratamiento médico de cáncer u otras enfermedades graves.
Dicho esto, ¿qué pueden hacer las empresas para reducir el absentismo laboral? ¡Sigue leyendo!
#2. Tipos de absentismo laboral
El absentismo laboral se puede clasificar en cuatro categorías distintas. Antes de abordar el problema y empezar a diseñar una solución, conviene conocer a qué tipo de absentismo se enfrenta la empresa. Solo así, sabremos qué medidas debemos tomar para “atacar” la base la cuestión.
1. Absentismo Justificado
Son aquellas ausencias previstas tanto por el empleado como por la empresa. A partir de un motivo aparente y objetivo por el cual un colaborador no podrá asistir a trabajar durante un lapso concreto – un día o unas horas -, este avisa de su ausencia.
Ir al dentista, la reunión de profes de tus hijos o realizar una mudanza entran dentro de esta categoría.
2. Absentismo Injustificado
Representa el caso contrario al anterior. Aquí estamos hablando de las faltas que no tienen justificación y tampoco se avisan.
Quedarse dormido y llegar tarde, salir antes de hora porque sí o no aparecer en la ofi y no dar señales de vida son ejemplos de absentismo injustificado.
3. Absentismo Presencial
El absentismo presencial es más conocido como “presentismo”. Este tiene lugar cuando un empleado, estando presente en su trabajo, no hace lo que debería estar haciendo: trabajar.
A ver, tomarse un café, charlar con los compañeros o ir al baño es normal. Pero, estar continuamente mirando Instagram, hablando con tu pareja por el teléfono de la empresa o jugando al Candy Crush… eso no es tan normal.
4. Absentismo Emocional
La última categoría significa la ausencia “mental”. Se da cuando, habiendo acudido a su lugar de trabajo y realizando las funciones por la cual la persona fue contratada, estas se hacen con una total falta de interés.
No hay compromiso, no hay motivación… se trata de empleados que ponen el “piloto automático”, normalmente en el nivel más bajo, con lo que su rendimiento y desempeño suele estar por debajo de las expectativas.
Esta situación es especialmente preocupante, ya que parte de la responsabilidad la tiene la empresa al no saber transmitir los valores, la misión y la misión de la empresa, con lo que no hay engagement y los empleados acaban desconectados de los objetivos de la organización.
Aquí podríamos pensar, ¿el absentismo laboral es siempre culpa de los trabajadores?
Si eres un manager del siglo XIX que preferiría estar viviendo en plena Revolución Industrial, es posible que pienses que sí. Pero lo cierto que es que la aparición del absentismo es una combinación de un dúo de factores.
#3. Factores que facilitan la aparición del absentismo laboral
Como hemos mencionado, las casusas del absentismo dependen de dos factores que pueden ser: individuales o corporativos.
Por parte del trabajador, los motivos más comunes para faltar al trabajo son:
- Enfermedades (físicas o psicológicas).
- Accidentes.
- Situaciones familiares de dependencia.
- Tener más de un empleo.
En cuanto a la empresa, las principales razones que causan el ausentismo de la fuerza laboral son:
- Tareas aburridas y repetitivas.
- Un mal clima laboral.
- No tener un plan de prevención de riesgos laborales efectivo.
- Mala gestión del flujo de trabajo.
- Horarios poco flexibles.
- Entornos encorsetados que impiden el crecimiento profesional.
- Y, en general, la pobre gestión de personas.
¿Por qué es importante saber esto? Porque conociendo cuáles son los factores que afectan a tu empresa, podrás tomar acciones correctivas y hacer prevención para que no vuelvan a aparecer.
Y, ¿cómo puedo saber qué es lo que falla en mi empresa?
Lo normal es que, si vas cada día al trabajo y gestionas un equipo, sepas cuál es su condición y qué es lo que les afecta de manera negativa. Sin embargo, es cierto que hay muchos aspectos que se nos pueden escapar. Para que eso no ocurra, existen diferentes métodos para saber qué es lo que causa el absentismo en tu organización.
#4. Herramientas para combatir el absentismo laboral
La más directa de estas metodologías es a través de los propios empleados. Las reuniones de feedback son una de las herramientas más potentes.
Este tipo de encuentros no solo sirven para informar a los empleados sobre su progreso y su rendimiento, también podemos aprovechar para analizar nuestra empresa y conocer qué aspectos podemos mejorar.
Otra buena opción, y mucho más rápida y cómoda tanto para empleados como para managers, es a través de encuestas anónimas. Existen en el mercado diferentes herramientas, gratuitas y de pago, que sirven para medir métricas específicas, como las que causan el absentismo.
Por ejemplo, en Global Human Consultants utilizamos Team Insights. Cada mes, los colaboradores de GHC reciben una encuesta de pulso que se completa en menos de tres minutos en las que responden a preguntas sobre las principales dimensiones que afectan a la satisfacción y al compromiso de los empleados, factores que sabemos que están directamente relacionados con las ganas de ir a trabajar.
Gracias a estas encuestas, podemos saber qué estamos haciendo bien y potenciarlo; y también cuáles son nuestras áreas de mejora y poder incidir directamente en estas sin perder el tiempo.
Con esto, no podemos asegurar que haya un índice de absentismo 0 pero, sí que tenemos la certeza de que hacemos todo lo posible para que así sea, reduciendo al máximo los factores corporativos que causan la usencia de las personas en sus puestos de trabajo.
Bueno, y ahora que ya tenemos claros cuáles son los factores desencadenantes, ¿cómo les ponemos remedio?
Vamos a por las soluciones (que sabemos que es lo que estás buscando 😉 ).
#5. Consejos para reducir el absentismo laboral
Vale, ante las causas de carácter individual no podemos hacer mucho. Pero sí podemos actuar ante los factores corporativos. Si quieres reducir las probabilidades de la aparición del absentismo en tu compañía, sigue estos consejos:
- Motiva a los empleados. Y con motivación no nos referimos a decirles que se deben ganar el sueldo a fin de mes, que eso parece más bien una amenaza. Nos referimos a ofrecer un tipo de motivación intrínseca, la que implica que los colaboradores se motivan a sí mismos. La autonomía para responsabilizarse de sus propias tareas, el aprendizaje continuo, y dejarles claro cuál es su papel dentro de la organización son una buena manera de sembrar este tipo de motivación.
- Valóralos como se merecen. Una vez más, hablamos de un concepto que va más allá del sueldo. El reconocimiento público y las valoraciones positivas por parte de los managers directos son esenciales para que los empleados sientan que sus esfuerzos merecen la pena. Saber que forman parte de la compañía y son una pieza fundamental mejora el compromiso y la satisfacción, lo que reduce las ausencias y el presentismo.
- Crea un espacio de trabajo seguro. Es de lógica, si los empleados pueden trabajar en un espacio libre, limpio y ordenado, habrá menos accidentes que requieran de una baja laboral. Además de eso, también es importante sensibilizar a la plantilla sobre los riesgos laborales de su trabajo, tantos físicos como mentales. No hay mejor inversión que la que se hace para asegurar el bienestar de las personas que forman parte de tu empresa.
- Horarios flexibles. Los empleados suelen tener las prioridades bastante claras y, si los haces elegir entre empleo y familia, probablemente elegirán lo segundo. Para evitar las ausencias derivadas de la conciliación, implementa un sistema de horario flexible.
- Vigila los picos de trabajo elevados. En casi todos los sectores, hay un periodo en el que el flujo de trabajo aumenta. No gestionar bien la carga de trabajo puede ocasionar problemas como el burnout o el estrés, responsables del 30% de las bajas por enfermedad laboral. Si no quieres encontrarte con que tus empleados estás hasta arriba, utiliza sistemas de organización como Kanban, muy populares en las metodologías Agile y, sobre todo, cuenta con el personal suficiente para dar apoyo en los momentos más críticos.
- Escucha a los tuyos. Tu equipo es tu mejor aliado. Son ellos los que pasan horas en primera línea de actuación, así que son los primeros en notar cuando algo en la gestión no está bien. Para acceder a toda esa información solo necesitas las herramientas adecuadas, como la anteriormente mencionada Team Insights. Úsalas, y olvídate de que los problemas te exploten en la cara.
- Las personas, la prioridad nº1. Sí, la número uno y por eso lo dejamos para el final, como si fuera la guinda del pastel. Las organizaciones están formadas por personas y sin ellas, los negocios no podrían funcionar. Es por ello que velar por su bienestar debe ir por encima de los ingresos y las ganancias a fin de mes. Curiosamente, si inviertes en lo segundo perjudicas a las personas. Pero si inviertes en las personas, potencias los resultados.
Esperamos que estos consejos te sirvan para prevenir un aumento no deseado del índice del absentismo laboral.
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