¿Notas que el personal está bajo de ánimo? ¿Cuesta finalizar los proyectos? ¿La calidad de tus servicios ha empezado a caer en picado? Si tu respuesta a estas preguntas es que sí, lo más probable es que tu equipo esté desmotivado.
Bajo rendimiento, escasa productividad, tasas de rotación elevadas, problemas para atraer y fidelizar talento… La falta de motivación es una cuestión que los departamentos de RRHH deberían atajar con urgencia.
Y es que, si la fuerza laboral no está satisfecha con su trabajo, los efectos negativos no tardarán en reflejarse en los resultados de la compañía.
Sabiendo esto, lo normal es pensar que las empresas se esfuerzan en cumplir con las expectativas de sus equipos, ¿no?
Pues no.
De hecho, un estudio elaborado por Steelcase señala que el 37% de la población mundial no está satisfecha con su organización, siendo España la que copa las listas de desmotivación laboral en Europa. Por lo tanto, aún nos queda mucho trabajo por hacer.
Si crees que tu empresa está reflejada en esa lista y quieres ponerle solución, lo primero que hay que hacer es identificar la raíz del problema.
¿Qué provoca la desmotivación de tus empleados y empleadas?
Para ayudarte a esclarecer las causas, a continuación vamos a compartir contigo las 8 causas más comunes de la insatisfacción laboral.
Y no, el dinero no es la primera de ellas.
¡Empezamos!
Lo que encontrarás en este artículo:
#1. ¿Qué causa la desmotivación laboral?
La desmotivación en el trabajo se da cuando las personas pierden el interés y entusiasmo por seguir realizando sus funciones.
Esto puede darse por una variedad de razones: desde un ambiente de trabajo tóxico, falta de reconocimiento, o por la sensación de no tener el control de las propias responsabilidades.
Vamos a ver todas ellas con detalle.
- Falta de reconocimiento
Muchos estudios señalan este factor como una de las principales variables de la desmotivación laboral.
La satisfacción en el trabajo está muy relacionada con el sentimiento de autorrealización. Por eso, como líderes de equipo, es importante valorar todas las contribuciones de los empleados/as, reconocerles su esfuerzo, y facilitarles el alineamiento de objetivos.
Si el equipo se siente indiferente hacia sus tareas porque saben que no van a ser recompensadas, lo más probable es les invada la frustración y el descontento.
Para que eso no ocurra, es esencial crear un sistema de gestión centrado en las personas, formando a los y las líderes en la escucha activa y la comunicación efectiva.
- Clima laboral tóxico
Un clima laboral tóxico genera sentimientos de insatisfacción, estrés, desconfianza y falta de apoyo. Los ingredientes necesarios para que los miembros del equipo tengan pesadillas cada vez piensen en ir a trabajar.
Si a los empleados/as no les gusta su lugar de trabajo, no tendrán ganas de ir y mucho menos de dar lo mejor de sí.
Por eso, la falta de cooperación entre departamentos, la competitividad insana, el aislamiento social, o las relaciones tensas entre compañeros/as y managers merman la motivación, el compromiso y la productividad.
Desde RR.HH, es importante que se priorice cultivar un ambiente positivo, fomentar el trabajo en equipo, y la construcción de relaciones sanas y sólidas donde las personas se apoyen mutuamente.
- Conflictos en las expectativas
Otro de los motivos de peso que influyen en la desmotivación laboral son los gaps entre las expectativas de los empleados y empleadas y lo que sucede en la realidad.
Esto es: falta de recursos, nulo desarrollo profesional, ausencia de plan de carrera, responsabilidades demasiado altas o demasiado bajas…
Cuando aparecen estas brechas entre lo que se espera y lo que se recibe, los miembros del equipo se desilusionan, teniendo cada vez menos ganas de seguir siendo productivos.
Además, lo más probable es que empiecen a buscar otros lugares donde sus expectativas sí se vean cumplidas, lo que a su vez hace que aumente la tasa de rotación.
Una de las maneras de solucionar esta situación es mejorando los procesos de selección. Es decir, asegurarse de que los perfiles contratados se ajustan a lo que realmente necesita el puesto y la organización en ese momento.
Por ejemplo, incorporar en plantilla a personas sobrecalificadas desarrollará en el futuro sentimientos de frustración y apatía.
- Mala comunicación
¿Tus colaboradores/as saben a quién acudir en caso de ayuda? ¿Conocen las políticas de empresa? ¿Sabrían decir cuál es la misión? ¿Tienen claras sus funciones?
Una mala comunicación (o peor, la total ausencia de ella), puede interpretarse como una total falta de interés de la organización por sus empleados y empleadas.
Este problema es especialmente grave si la falta de comunicación se produce entre manager y colaborador/a. Sin un feedback constante y eficaz, a los empleados/as les costará más comprender su rol dentro de la empresa, cuáles son sus funciones, y cómo encaja su puesto dentro de la operativa.
Y, ¿qué tiene que ver eso con la motivación? Pues todo.
Cuando los equipos entienden el objetivo de la empresa y son conscientes de cómo sus esfuerzos contribuyen a lograrlo, es más probable que crezca en ellos el sentimiento de pertenencia. Un sentimiento que impulsa la motivación al alinear las motivaciones personales con las corporativas.
- Nulo desarrollo profesional
El estancamiento profesional es otro de los detonantes de la desmotivación laboral.
Lo más habitual es que los empleados/as tengan como meta poder crecer dentro de la empresa, aprender a perfeccionar sus tareas y llevar su expertise al siguiente nivel.
Además, si el trabajo bien hecho no se va a recompensar con puestos de mayor responsabilidad, ¿para qué esforzarse? La falta de retos puede llevar a los y las profesionales con más ambición a aburrirse y perder el interés en alcanzar los objetivos.
Si queremos que la insatisfacción no se apodere de los miembros del equipo, es fundamental que desde el principio tengamos preparados planes de carrera individualizados y bien definidos.
Y, lo más importante, comunicar estos planes a todo el personal. Así las personas podrán encontrar la motivación necesaria para poder ir escalando puestos, sabiendo en todo momento qué hacer y cómo hacerlo para lograrlo.
- Frenos al potencial intelectual
La monotonía mata la motivación laboral. Aunque es cierto que toda posición tiene tareas repetitivas y mecánicas, lo ideal es que éstas sean pocas, dando prioridad al potencial intelectual y creativo de las personas.
Siempre que el trabajo lo permita, claro.
Por eso, a la hora de definir un puesto, es importante asegurarse de que sea dinámico, variado y lo suficientemente flexible como para que sean los empleados/as quienes decidan cómo organizar y ejecutar sus propias tareas.
Así, será más sencillo fomentar su motivación, porque la sensación de autocontrol los anima a encontrar siempre las soluciones para conseguir los mejores resultados.
- Liderazgo ineficiente
Si hay algo que dispara la desmotivación laboral, es un mal líder.
Los y las managers de equipo son las personas que más tiempo pasan con la plantilla y, además, en contacto directo. Por eso, sus acciones son las que tienen una mayor influencia en la motivación.
Los managers incapaces de comunicarse con claridad, que dirigen su equipo de forma injusta, y que no logran establecer vínculos con sus colaboradores/as ni mantener a las personas unidas son una fuente de frustración continua que mina la moral de los empleados/as.
Una gestión de talento eficiente pasa por tener líderes carismáticos, con capacidad de escucha y de entender las necesidades de las personas, de transmitir entusiasmo y de demostrar más que de hablar.
- Salario poco competitivo
Bueno, habíamos dicho que el salario no era la primera causa, no que no estuviera en la lista.
Y es que sí, el salario también es una variable de motivación laboral. Pero menos potente de lo que mucha gente cree.
De hecho, más que un factor de motivación, es un factor de “desmotivación”. Porque lo que satisface a las personas no es ganar mucho dinero, es ganar el dinero acorde a los esfuerzos invertidos.
En este sentido, si los empleados tienen un sueldo poco competitivo y perciben que lo que reciben no representa el valor de su trabajo, lo más probable es que su desmotivación crezca rápidamente.
Las evaluaciones de desempeño son una buena herramienta con la que gestionar el salario. Si no queremos que los empleados/as empiecen a fugarse en masa, debemos asegurar un pack de recompensas atractiva que pueda competir en el mercado.
#2. ¿Qué hacer si los empleados están desmotivados?
Si crees que tus empleados están desmotivados, o ves indicios de que pueda ocurrir en el futuro, ha llegado la hora de ser proactivo y empezar a trabajar en ello.
¿Cómo? Identificando qué es lo que causa la desmotivación y la insatisfacción laboral de tu equipo y crear planes de acción que impacten directamente en esas áreas.
Si no se aborda el problema, es posible que aquello que causa la desmotivación se descontrole hasta dañar gravemente a la empresa.
Para ello, será necesario realizar un análisis de clima laboral que mida y evalúe los 8 aspectos anteriormente mencionados, y en Global Human Consultants podemos ayudarte con nuestras encuestas de clima diseñadas a medida por un equipo de profesionales expertos.
¿Notas que en tu empresa hay algo que frena la motivación y no sabes qué es? Deja de preguntarte y descúbrelo ya. Nosotros te apoyaremos y te guiaremos en la búsqueda y aplicación de soluciones.