Imagen de un blog con un fondo degradado de morado a rosa, y en primer plano una mano de piel oscura colocando un bloque de madera con una diana en el centro sobre una serie de bloques alineados. En la parte superior derecha, texto en blanco que dice "4 FORMAS DE DEFINIR TUS OBJETIVOS ESTRATÉGICOS + EJEMPLOS" y debajo "GLOBAL HUMAN CONSULTANTS". Hay también un ícono de un libro abierto junto a la palabra "BLOG" en la parte superior izquierda

4 formas de definir tus objetivos estratégicos + Ejemplos 

No dedicarle el tiempo necesario a la definición de objetivos estratégicos es una torpe tendencia que causa que los negocios vayan a la deriva, sin rumbo y sin herramientas para la toma de decisiones en el día a día. Además, produce una experimentación desenfrenada que es económicamente insostenible. 

Esto que acabas de leer no lo decimos nosotros. Lo escribió en 2001 Michael Porter que, según la revista Fortune, es el profesor de negocios más influyente del mundo.  

Y lo cierto es que razón no le falta, porque los objetivos estratégicos son las pautas que marcan el camino hacia la meta del éxito. Una guía. Una brújula. Un mapa.  

Se entiende, ¿no? 

Sin embargo, en nuestra experiencia sabemos que muy pocas empresas tienen un plan estratégico bien planteado y desarrollado, con sus objetivos claros y definidos de manera que toda la organización pueda remar en la misma dirección. 

Si cuando lees los objetivos de tu organización sientes cierta vergüencilla, o simplemente crees que podrían estar mucho mejor, entonces has llegado al lugar correcto. 

A continuación, hacemos un repaso a todo lo que necesitas saber acerca de objetivos estratégicos: qué son, para qué sirven, las cinco metodologías más útiles para crear objetivos de forma estructurada y sistemática y, también, te daremos algunos ejemplos para que los puedas utilizar en tu día a día. 

Así que no te vayas porque… 

¡Empezamos! 


Lo que encontrarás en este artículo


#1. ¿Qué es un objetivo estratégico? 

Lo primero y más importante es entender qué es un objetivo estratégico: una meta específica y a largo plazo que una organización se propone alcanzar. Es el a dónde se quiere llegar y lo que se pretende conseguir.  

Estos objetivos están estrechamente alineados a la misión, visión y valores fundamentales de la empresa, y sirven como guías para la toma de decisiones estratégicas en todos los niveles de la organización. 

Entonces, un objetivo estratégico bien definido se caracteriza por ser claro, específico, medible, realista, relevante para alcanzar la meta propuesta por la dirección, y ajustadas en un marco temporal concreto; elementos clave para que sirvan como un indicador de desempeño de la organización.  

#2. ¿Por qué es importante definir correctamente los objetivos estratégicos? 

¿Qué tal si te lo contamos con un ejemplo? 

A finales de los ‘90, Apple estaba en una situación complicada. Su cuota de mercado estaba disminuyendo y la empresa luchaba por mantenerse relevante frente a su principal rival (ya sabes, Microsoft). 

En esa época, la oferta de productos de Apple era amplia y confusa, con múltiples modelos de ordenadores que competían entre sí, lo que diluía su marca y confundía a los consumidores. 

En 1997, llegó Steve Jobs, y pensó: “Algo tenemos que hacer”.  

Y fue entonces cuando comenzó la transformación

Los objetivos estratégicos que se plantearon fueron: simplicidad, innovación y diseño. 

A partir de ahí, lo primero que hicieron fue simplificar su catálogo y centrarse en pocos productos, pero hacerlos excepcionales en términos de diseño y funcionalidad. 

Y así es como nació el iMac en 1998 (¡solo un año después!). Un ordenador que, como recordarás, fue un éxito rotundo. 

En este caso, Apple fue fiel a su identidad y sus valores, y se enfocó en lo que mejor sabía hacer eliminando todas las demás distracciones, facilitando a la empresa la movilización de recursos, fomentar la innovación y alinear a todo el equipo en una dirección común. 

Por lo tanto, ¿por qué es importante tener unos objetivos estratégicos bien definidos? 

  • Porque proporcionan dirección y enfoque. 
  • Porque facilitan la toma de decisiones. 
  • Porque mejoran la coordinación y la cohesión de equipos vertical y horizontalmente. 
  • Porque facilita la gestión de recursos financieros y de personal. 
  • Porque permiten medir el progreso de la estrategia global. 

#3. Las 4 metodologías más eficaces para definir objetivos estratégicos  

Hay muchas formas de definir los objetivos de tu empresa. Y al respecto, tenemos dos noticias: 

La mala, es que da igual la metodología que uses, identificar los que te llevarán al éxito no es fácil y requieren tiempo y mucha, mucha iteración.  

La buena, es que existen modelos para la definición de objetivos estratégicos de forma sistemática y estructurada, lo que te hará el trabajo más sencillo. 

¿Impaciente por saber cuáles son? ¡Aquí van! 

1. OKR 

No nos escondemos, este sistema es nuestro favorito. Es el que utilizamos nosotros en Global Human Consultants y también con nuestros clientes cuando nos piden que le echemos un ojo a sus objetivos.  

OKR son las siglas de Objectives and Key Results, que en español se traduce como Objetivos y Resultados Clave. Tal y como su nombre indica, se compone de dos partes: 

  • Objetivos. Estos son enunciados cualitativos de metas a alcanzar. O lo que es lo mismo: el “qué” se quiere conseguir. Deben ser claros, inspiradores y desafiantes, orientados a impulsar el progreso y el crecimiento. Después, a cada objetivo se le añade entre 3 y 5 resultados clave. 

Un objetivo OKR sería: «Incrementar la presencia de marca en mercados internacionales». 

  • Resultados Clave. Son las medidas cuantitativas. Si los objetivos son el “qué” se quiere conseguir, los resultados clave son el “cómo” se va a conseguir. Por eso mismo, deben ser específicos, medibles y limitados en tiempo.  

Siguiendo el ejemplo anterior, un resultado clave podría ser «Aumentar las ventas internacionales en un 25% para el final del tercer trimestre de 2024». 

Una de las principales características de esta metodología es la transparencia, ya que todos en la organización pueden ver los OKR de los demás. Se establecen en ciclos cortos (trimestral o semestralmente), lo que también los hacen fáciles de optimizar. 

Además, a diferencia de otros sistemas de gestión de objetivos, los OKR están muy focalizados en el progreso. Esto significa que no siempre se espera un alcance del 100%. A veces, un 70% de cumplimiento se considera un éxito. Eso sí, todo depende de la naturaleza del objetivo y del resultado clave. 

Los OKR fueron popularizados por Intel y Google, y desde entonces han sido adoptados por muchas otras empresas de diferentes sectores. Además, son especialmente útiles para empresas en rápido crecimiento y entornos cambiantes, ya que proporcionan un marco flexible pero claro. 

2. SMART 

Posiblemente el sistema de definición de objetivos más popular. SMART, que en español significa “Inteligente”, es un acrónimo cuyas letras representan cada uno de los criterios que se deben utilizar para redactar los objetivos.  

Como veremos más adelante, esto de los acrónimos se va a repetir bastante 😁 

Pero bueno, siguiendo con los SMART… ¿qué criterios son esos?: 

  • S – Específicos (Specific): Los objetivos deben tener el suficiente nivel de detalle para que quede claro qué se quiere conseguir, pero tampoco nos podemos pasar, o correríamos el riesgo de perder el foco. Concreción, my friend. 
  • M – Medibles (Measurable): Esto es, ser capaz de medir el progreso hacia el logro del objetivo para mantenerse en el camino y a alcanzar la meta con éxito.  
  • A – Alcanzables (Achievable): El objetivo debe ser realista. Debe representar un desafío, pero ser posible dentro de los recursos y tiempo disponibles. Si no podemos alcanzar los objetivos, ¿para qué molestarnos en plantearlos? 
  • R – Relevantes (Relevant): Es decir, objetivos coherentes con la finalidad del negocio y para la dirección en la que se quiere que avance la empresa.  
  • T – Temporales (Time-bound): Los objetivos SMART deben tener un inicio y un final, lo que implica especificar cuándo se espera lograr el resultado.  

Siguiendo todos estos criterios, un ejemplo de objetivo SMART sería: 

Objetivo: «Aumentar las ventas de la línea de productos ecológicos en un 20% en el próximo año”.

3. CLEAR 

Los objetivos CLEAR – “Claro” en inglés – son otro marco utilizado para establecer objetivos estratégicos eficaces, especialmente en entornos de rápido crecimiento.  

Igual que antes, este acrónimo está formado por las iniciales de las características de este tipo de objetivos, que son: 

  • C – Colaborativos (Collaborative): Los objetivos deben fomentar el trabajo en equipo y la colaboración, apoyándose en el esfuerzo y las habilidades del grupo, en lugar de depender exclusivamente de los empleados de manera individual. 
  • L – Limitados (Limited): Tener límites claros en términos de alcance y duración para mantener el enfoque y asegurar que el equipo no se disperse en demasiadas direcciones. Otros autores utilizan la L para asociarla con “Legal”. Pero, vamos, eso lo damos todos por sentado, ¿no? 
  • E – Inofensivos para el medio ambiente (Enviromentally sound): Sea cuales sean los propósitos de la organización, las acciones que se lleven a cabo para lograrlos deben tener el menor impacto posible sobre el entorno que le rodea. La E también la describen algunos como “Emotional”, enfatizando la importancia de conectar los objetivos con las pasiones y motivaciones de las personas. 
  • A – Apropiados (Appropiate): Bastante autoexplicativo. Objetivos coherentes con la meta de la organización. 
  • R – Ajustables (Refinable): A diferencia de las metodologías anteriores, los objetivos CLEAR sí especifican un criterio para la flexibilidad, ya que el concepto de refinable se refiere precisamente a eso, a poder ir adaptando el objetivo en función de la situación y los aprendizajes. 

¿Cómo sería un objetivo CLEAR? Así: 

Objetivo: “Lograr que el 80% de los empleados reduzcan el uso de papel en la oficina en los próximos 12 meses”. 

4. PURE 

Los objetivos PURE son un marco que ayuda a establecer metas efectivas en una organización o proyecto individual. Cada letra del acrónimo PURE representa una característica esencial: 

  • P – Positivos (Positive): Esto quiere decir que los objetivos estratégicos deben formularse con enunciados en positivo, enfocándose en lo que se desea alcanzar en lugar de lo que se quiere evitar. Por ejemplo, en lugar de «Reducir las quejas de los clientes», un enfoque positivo sería «Mejorar la satisfacción del cliente». 
  • U – Entendibles (Understandable): Los objetivos deben ser claros y fáciles de entender para cualquier persona que los lea, independientemente de si forma parte de la organización, o no. 
  • R – Relevantes (Relevant): Los objetivos deben ser relevantes para la misión y la visión de la organización. Deben alinearse con las estrategias y prioridades generales para garantizar que los esfuerzos se dirijan hacia áreas que beneficiarán significativamente a la empresa. Por ejemplo, si una empresa se está enfocando en la expansión del mercado, un objetivo relevante podría ser «Entrar en dos nuevos mercados internacionales en el próximo año». 
  • E – Éticos (Ethical): Los objetivos deben respetar los principios éticos y los valores tanto de la organización como de la sociedad en general. Esto es crucial para mantener la integridad y la responsabilidad social de la empresa. Un ejemplo de objetivo ético sería «Implementar una cadena de suministro 100% sostenible en tres años». 

Ejemplo de Objetivo PURE: 

Objetivo: «Aumentar la participación de los empleados en iniciativas de responsabilidad social corporativa en un 50% en el próximo año, ofreciendo programas de voluntariado accesibles y alineados con los valores de la empresa.» 

Ahora que has llegado hasta aquí, ya puedes empezar a redactar unos flamantes objetivos estratégicos para tu empresa. Y, si por un casual, tienes dudas o quieres que te echemos una mano, en Global Human Consultants podemos revisarlos y ayudarte en el proceso. 

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