En la vida de todo líder siempre llega el momento difícil, a veces incómodo, de tener que dar feedback negativo y llamar la atención a alguno de sus colaboradores.
En un post anterior os hablamos de La Magia del Feedback. En él, os explicamos qué es el feedback, cómo de poderosa es esta herramienta de liderazgo y algunas pautas para llevar a cabo esta gestión sin morir en el intento.
En esta ocasión nos vamos a centrar en la cara menos amable, pero igual de necesaria, de este ejercicio de retroalimentación: cómo dar feedback negativo.
¡Empezamos!
Lo que te encontrarás en este artículo:
- Feedback Negativo vs Mal Feedback
- ¿Por qué es necesario dar un buen feedback negativo?
- 7 Consejos para dar un buen feedback negativo
- Conclusiones
#1. Feedback Negativo vs Mal Feedback.
Cuando el trabajo no llega a las metas acordadas o no cumple con las expectativas deseadas, es posible que algo dentro del equipo no esté funcionando bien.
Sea cual sea el motivo, es necesario mantener una conversación para dar a conocer la la situación.
No obstante, no debemos confundir el feedback negativo con dar mal feedback.
Hablamos de feedback negativo cuando nos referimos a una conversación que trata de evitar que se sigan repitiendo errores, pone soluciones a los problemas y busca áreas de mejora.
Un mal feedback es una retroalimentación mal llevada por parte del líder, la cual no solo no soluciona la situación si no que puede empeorarla e impacta negativamente en la salud psíquica y emocional del empleado.
#2. ¿Por qué es necesario dar un buen feedback negativo?
Dar un buen feedback, especialmente si es negativo, es necesario porque:
- Soluciona los problemas y mejora la calidad del trabajo.
- Se ahorran futuros malentendidos que cuestan tiempo y dinero.
- Si se hace bien, mejora la comunicación y la confianza entre líder y colaborador.
Si se hace bien, se cumplirán los objetivos acordados, los errores se corrigen y no habrá sentimientos de frustración o baja autoestima por parte de los miembros del equipo.
Otra ventaja es que reduce las probabilidades volver a tener que mantener conversaciones incómodas ?
#3. 7 Consejos para dar un buen feedback negativo.
Una de las principales preocupaciones por parte del líder a la hora de transmitir un feedback negativo es evitar que su interlocutor se sienta amenazado o atacado.
Seguir estos consejos ayudará a transmitir el mensaje de forma adecuada sin impactar negativamente en la psique de los colaboradores.
1. Elige el lugar y momento adecuados.
«Elogia en público y corrige en privado» es uno de los mantras de cabecera que todo líder debería tener en cuenta.
Escoger el lugar adecuado es importante para que ambas personas se sientan cómodas y puedan hablar sin restricciones ni miradas ajenas que las hagan sentirse juzgadas.
2. No te centres en los aspectos negativos.
De hecho, ni siquiera empieces por ellos. Lo mejor es iniciar la conversación por los puntos fuertes, haciendo que el empleado que está recibiendo el feedback esté más receptivo y predispuesto a escuchar las propuestas de mejora.
Porque ese es el fin último del feedback negativo: hacer que la persona que nos escucha mejore su productividad, y no plantarle delante una lista de todo lo que hace mal.
3. Exprésate en positivo.
Otra buena práctica es expresarse en términos positivos. No es lo mismo decir «Podrías mejorar el informe si hicieras…» que «Este informe es un desastre». Aunque ambas frases signifiquen lo mismo, el objetivo de cada una es distinto: mientras que la primera ofrece oportunidades de mejora y no castiga la autoconfianza, la segunda hace todo lo contrario.
«Esto podría podría funcionar mejor así», «Podríamos probar ciertos cambios y ver si mejora…» son buenas maneras de transmitir un mensaje negativo.
4. Escucha y sé empático/a.
Escucha a tu interlocutor y ponte en su lugar. Dejar espacio para el diálogo permitirá entender su punto de vista y nos ayudará a encontrar la solución que más se adapte a sus necesidades y que beneficie a ambos.
5. Habla con claridad
Huelga decir que ser claros con lo que queremos transmitir no significa entrar en descalificativos personales ni machacar a nuestro interlocutor.
Lo que pretendemos es indicar el foco del problema claramente, pero con tacto, para que se entienda y pueda corregirse.
Y sobre todo, limítate a hablar sobre el trabajo y cómo mejorarlo, nunca sobre la persona que lo realiza.
6. Aporta soluciones.
Dar feedback negativo no sirve de nada si la situación que lo origina persiste. Ofrece soluciones claras, concretas y asequibles; o deja que tu colaborador proponga mejoras.
En cualquier caso, las soluciones tienen que satisfacer a todas las partes.
7. Acaba en positivo.
Antes de cerrar la conversación, asegúrate de motivar a tu empleado y hacerle saber que confías en sus habilidades y capacidad de mejora.
##Conclusiones.
Dar feedback negativo no implica que tengas que ser «el malo de la película». Más bien todo lo contrario, indica que como líder confías en las habilidades y capacidades de mejora de tu equipo para que puedan dar lo mejor de sí mismos.
Como resultado, la comunicación se ve reforzada, la calidad del trabajo mejora y tanto el equipo como la organización se ven beneficiados.
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