Hace ya algunos años (en 2013) el que fuese el Senior VP People Operations de Google (uno de los grandes jefes de RRHH), Laszlo Bock, compartía en una entrevista al New York Times, la siguiente conclusión: los resultados de los expedientes académicos no tienen ninguna correlación con el rendimiento en el puesto de trabajo.
Desde entonces Laszlo dejó de pedir el detalle de los expedientes a sus candidatos, tal y como hacía antes.
Pero, ¿qué hay de verdad en todo esto?
Lo que te encontrarás en este artículo:
- ¿Porqué los expedientes no correlacionan con el rendimiento?
- Mi personal estudio de campo
- ¿Para qué sirve el expediente académico?
- Conclusiones
#1. ¿Porqué los expedientes no correlacionan con el rendimiento?
Según los comentarios de Laszlo en su entrevista con Adam Bryant en el New York Times, en Google sólo encontraron una pequeña correlación entre las calificaciones y el rendimiento en los recién graduados, pero nada más.
Desde hace mucho tiempo se habla de la brecha que existe entre la orientación educativa en colegios y universidades y la necesidad formativa del mundo real de las empresas.
Esta falta de correlación entre calificaciones y rendimiento se debe, entre otras cosas, al hecho de que en la escuela y la universidad los procesos de evaluación miden, sobretodo, habilidades y competencias que en la práctica no suelen marcar la diferencia.
#2. Mi estudio de campo
Ahora mismo estoy en esa edad en la que las promociones del colegio empiezan a organizar cenas de reencuentro masivo tras 20 años de estar graduados y, el otro día, me animé a ir a una de ellas.
Con el recuerdo de esta entrevista me dediqué a preguntar a parte de mis ex-compañeros de colegio qué tal les estaba yendo a nivel profesional y escuché con atención gran parte de las historias. Tras la cena y mi particular estudio de campo volví a casa pensando en que Laszlo tenía toda la razón… ninguna correlación.
Salvando las distancias, y entendiendo que yo no estuve haciendo una evaluación del rendimiento sino suponiendo que quién ocupaba posiciones de mayor responsabilidad consecuentemente había desempeñado mejor, las conclusiones de Laszlo y las mías se asemejaban bastante.
Me encontré casos de todo tipo, compañeros que siempre habían destacado en el colegio pero que no parecía que lo hiciesen en sus carreras profesionales y viceversa.
Claro que todo tiene un cierto punto de relativismo, en el sentido de que su posición profesional para nada tiene porqué reflejar ni su nivel de felicidad ni su éxito vital (¡importante reflexión!).
#3. ¿Para qué sirve el expediente académico?
Fijémonos en una cosa, ¿qué es lo que mide exactamente un expediente académico?, en general suele medir nuestra memoria o nuestra capacidad de encontrar una solución a un problema, pero cuesta mucho que nos diga mucho más.
Las habilidades que afectan a tu rendimiento en un puesto de trabajo no siempre son esas, es más, tus resultados académicos también son el resultado directo de tu nivel de motivación (yo tuve que acabar el colegio para encontrar verdadero interés sobre historia antigua, y aprendí más fuera del colegio que dentro) o de tu entorno directo (la teoría de las compañías…).
Si cogemos a un estudiante, lo cambiamos de contexto y le damos un objetivo que le motive, su rendimiento aumentará. Y, fíjate, era el que sacaba notas «normalitas» de la clase…
A no ser que busques una persona para ocupar una posición con un componente técnico muy relevante, haz caso de Laszlo y olvídate del expediente. Ser matrícula de honor no te garantiza que sepas escuchar, que sepas influenciar, o que sepas relacionarte con personas. ¡Ojo! tampoco dice lo contrario, pero puede ser indicativo de falta de resiliencia o baja tolerancia a la frustración. En ese caso habría que evaluar estas competencias específicamente.
Eso sí, si buscas un perfil muy técnico, con la necesidad de conocer o saber sobre algo muy específico, el expediente te puede ayudar para evaluar ese conocimiento. Un título de idiomas oficial te garantiza un cierto nivel; una nota alta en asignaturas técnicas (como programación PHP) tiende a garantizarte la capacidad concreta. Para el resto de casos utiliza otras herramientas.
## Conclusiones
Yo desde hace años ya no pido el expediente académico a mis candidatos. Y no es por desidia, sino porqué me importa mucho más saber otras cosas cómo:
- ¿De qué manera han gestionado sus éxitos y fracasos?
- ¿Porqué han tomado las decisiones que han tomado?
- ¿Cuál es su escala de valores en la toma de decisiones que les afecta a ellos y a su entorno?
Esa información me ayuda a visualizar con mayor claridad el encaje de la persona con el puesto y la empresa. Mucho más que saber cómo le calificaron en la universidad o en el máster.
Hace varias semanas compartía el caso de Marcos, fundador de una empresa de IT. Puedes ver cómo él planteaba los procesos de selección para su propio equipo aquí.
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¡Hola! Aunque al principio pueda parecer que no, el expediente sirve cuand te presentas a procesos selectivos en los que necesitas una nota determinada. En muchos de elllos te lo piden para sumar los puntos, así como para ver las asignaturas cursadas. ¡Saludos!
Hola Rocio,
Muchas gracias por enviarnos tu comentario.
Totalmente de acuerdo con tu comentario.
El artículo estaba planteado desde la perspectiva del mercado privado. Las reglas y dinámicas del mundo público son muy diferentes y, en ese entorno debido a su regulación, se necesitan los títulos y expedientes.
Un saludo,
Guillermo