El método PROACT para tomar decisiones difíciles + Plantilla GRATIS

El método PROACT para tomar decisiones difíciles + Plantilla GRATIS

Tomar decisiones forma parte de la vida: a lo largo del día las personas tomamos una media de 35.000 decisiones, pero solo somos conscientes del 1% de ellas. Algunas son más o menos triviales, como elegir entre cereales o tostadas para el desayuno, o qué te vas a poner en Netflix mientras te relajas tras un duro día de trabajo. 

Sin embargo, hay otras decisiones difíciles que te pueden llevar por el camino de la amargura: 

  • ¿Debería estudiar un master? ¿Cuál? ¿Lo podré compaginar con el trabajo? 
  • ¿Ha llegado el momento de formar una familia? ¿Cuántos hijos debería tener? 
  • ¿Debería comprar una casa? ¿O es mejor alquilar? 
  • ¿Necesito abrir una nueva posición de empleo? ¿Qué perfil debería buscar? ¿Qué candidato/a contratar? 
  • ¿Debo aprobar estos presupuestos? ¿Todo lo que se pide es necesario?  

Decisiones que traen consigo un montón de dudas, miedos e incertidumbres que hacen que pases más tiempo paralizado pensando y reflexionando sobre el problema, que tomando una decisión final.  

Por suerte, existe un método que simplifica mucho la cosa 👇 

Para esas situaciones en las que no sabes qué hacer, el método PROACT puede servirte de guía. No te dará la solución (no es milagroso), pero sí que te ayudará a comprender a qué te estás enfrentando haciendo que te sea más fácil tomar una decisión compleja. 

¿Quieres aprender a tomar decisiones difíciles? Entonces sigue leyendo. Además, al final tenemos una sorpresa para ti. 

¡Empezamos! 


Lo que encontrarás en este artículo


#1. El método PROACT para las decisiones complejas 

Entre las técnicas más útiles que pueden ayudarte a tomar decisiones difíciles se encuentra el método PROACT desarrollado por John S. Hammond, Ralph L Keeney y Howard Raiffa dentro del libro Decisiones Inteligentes

Se trata de un método muy sencillo de utilizar que, si bien no te dice qué debes hacer, te ayuda a llegar a la solución más eficaz a través de diferentes preguntas. 

Es, en definitiva, una guía sobre cómo tomar una decisión para que la puedas manejar sin ponerte a temblar.  

#2. Los 8 elementos a tener en cuenta a la hora de tomar decisiones difíciles 

Los autores del método PROACT dicen que cualquier decisión es sencilla de tomar si, en vez de pensar en el problema de manera global, lo partes en trocitos más sencillos de analizar. Ya sabes, “Divide y vencerás”. 

Estos “trocitos” son en realidad los ocho factores clave que necesitas valorar por separado: 

  1. El problema. 
  1. Los objetivos. 
  1. Las alternativas. 
  1. Las consecuencias. 
  1. Las transacciones. 
  1. La incertidumbre. 
  1. La tolerancia al riesgo. 
  1. Las decisiones vinculadas. 

Ante cualquier tipo de decisión, los 5 primeros elementos son suficientes para hacerte llegar a una conclusión válida. Sin embargo, si te enfrentas a una decisión especialmente difícil, lo últimos tres son los que te ayudarán a ganar un extra de claridad en tus ideas.  

#3. Cómo aplicar el método PROACT paso a paso 

Aplicar este método es muy sencillo. Solo tienes que evaluar cada factor siguiendo el orden propuesto por los autores. 

Pero, ¿qué implica cada factor?: 

  1. Definir el problema 

El primer paso es saber cuál es el problema. Puede parecer obvio, pero te sorprendería saber la cantidad de personas a las que les cuesta tomar una decisión por no saber qué es lo que quieren en realidad.  

Aquí es importante mantener una mente abierta, reconocer la complejidad de la situación, evitar las suposiciones y eliminar de la mente prejuicios que podrían estar limitando tus opciones. 

Supongamos que quieres contratar a una persona para ampliar el equipo. Tal vez estés pensando en decidir a quién quieres contratar, cuando en realidad, el problema está en saber qué perfil es el que necesitas buscar.  

Para una mayor eficacia en la toma de decisiones difíciles, cuanto más precisa sea la definición del problema, mejores resultados. 

  1. Identifica tus objetivos 

Los objetivos conducen a la toma de decisiones. Dependiendo de cuáles sean tus expectativas y aspiraciones, deberás hacer una cosa u otra para alcanzar tu meta. 

Pregúntate qué es lo que quieres conseguir o hacia donde quieres llegar. Continuando con el ejemplo anterior, las preguntas que deberías hacerte son: ¿para qué quiero contratar a un nuevo/a profesional? ¿Quiero aumentar la producción? ¿Ganar visibilidad y alcance? ¿Mejorar la eficacia de los servicios? 

  1. Busca alternativas 

Sin alternativas no habría decisión que tomar, eso está claro. Así que piensa en todas las posibles soluciones que podrían ser útiles para solucionar el problema. Aquí, tu imaginación y creatividad cobran protagonismo.  

Solo tienes que tener en cuenta un detalle: tu decisión final no puede ser mejor que tu mejor alternativa. 

Sigamos con nuestro ejemplo. Supongamos que tu objetivo es mejorar la eficacia de los servicios y por eso has pensado en contratar alguien con mucha experiencia. Pero, ¿y si pudieras formar a tus empleados/as? Podría ser una alternativa válida a la solución que estás buscando. 

  1. Piensa en las consecuencias 

Una vez que tienes una lista con todas las alternativas, piensa cómo éstas afectan a tu objetivo. La mejor decisión es la que más te acerca a aquello que quieres conseguir. Y, si una alternativa te aleja de tus metas, descártala. 

En este paso tendrás que evaluar una por una todas tus alternativas y valorar cuáles van a ser sus consecuencias, tanto a nivel personal, como para tu entorno. 

¿Una nueva contratación afectaría a los demás presupuestos? ¿Afectaría al clima laboral? ¿Mejoraría el trabajo en equipo? 

  1. Valora las transacciones 

Cuando nos enfrentamos a una decisión difícil, es normal que nos encontremos con contradicciones que dificulten el proceso de lógica. Las alternativas perfectas no existen. Si no, no estaríamos hablando de decisiones difíciles, ¿no? 

Las transacciones hacen referencia a aquello que tienes que “dar” para conseguir tu objetivo. O en otras palabras: los sacrificios que debes realizar a cambio de tus metas

Es en este momento cuando tienes que tener presente tus prioridades.  

Haz una lista de tus objetivos del más importante al más prescindible y busca la solución que sea más equilibrada. Si una alternativa te perjudica más de lo que ganas, tal vez sea mejor desecharla. 

  1. Aclara las incertidumbres 

Seguro que has oído hablar de la Ley de Murphy: si algo puede pasar, pasará. Normalmente lo relacionamos con acontecimientos negativos, aunque no tiene por qué ser así. 

Bueno, pues en este paso del método PROACT deberás jugar a ser adivino/a y analizar qué podría pasar con cada una de las alternativas que tienes anotadas.  

Plantéate todos los escenarios posibles resultado de la decisión que vayas a tomar. Y, para darle un toque más profesional, puedes incluso estimar la probabilidad de que esos escenarios sucedan.  

Luego, evalúa cómo estas nuevas posibles situaciones podrían afectarte a ti o a los que te rodean.  

  1. ¿Cuál es tu nivel de tolerancia al riesgo? 

Hay personas que tienen una alta tolerancia al riesgo y no les importa tomar decisiones muy alejadas de su zona de confort. Otras, prefieren mantenerse en un estado que todavía puedan controlar.  

Pregúntate: ¿qué pasa si al final resulta que he tomado la decisión equivocada? 

Si estás dispuesto/a a asumir riesgos, genial. 

Y si no, también genial. 

Lo que es importante es que te sientas cómodo/a con la resolución por la que vayas a optar. 

  1. Una decisión difícil genera más decisiones 

El último paso es considerar todas las decisiones que tendrás que tomar derivadas de la primera.  

Al igual que en un Efecto Dominó, una decisión desencadena una serie de reacciones que afectarán tanto a tu presente, como a tu futuro. Por eso, en las decisiones difíciles, es conveniente dejar a un lado el corto plazo y pensar en cómo lo que elijes te afectará el día de mañana. 

#4. ¿Cómo saber si has tomado una buena decisión? 

Buena pregunta. En las decisiones complicadas, saber si se ha tomado la mejor solución requiere tiempo.  

Aun así, podemos decir que una solución es eficaz cuando: 

  • Tiene en cuenta lo que es importante
  • Es lógica y consecuente. 
  • Valora factores tanto objetivos como subjetivos
  • Es específica al problema. 
  • La decisión se ha tomado con información, y no por intuición. 

#5. Plantilla gratuita para implementar el método PROACT 

Si has llegado hasta aquí, es porque necesitas tomar una decisión difícil y no sabes cómo hacerlo.  

Ya te hemos explicado la teoría, así que ahora es tu turno de poner en práctica todo lo que sabes con esta Plantilla del Método Proact para tomar decisiones difíciles

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