Grupo de personas diversas y sonrientes con las manos unidas en el centro de una mesa de trabajo, mostrando compañerismo y espíritu de equipo en un entorno de oficina lleno de plantas y materiales de oficina coloridos. Es la portada al artículo del blog: El papel de liderazgo en la motivación de los empleados

El papel del liderazgo en la motivación de los empleados

¿Alguna vez has escuchado a un manager decir eso de “La motivación se trae de casa”? Nosotros sí. Y no podemos estar más en desacuerdo con esta afirmación. Bueno, a medias, porque motivación y liderazgo son dos conceptos que están estrechamente unidos. No es que una no exista sin la otra. Es que la manera de liderar influye directamente en la motivación de las personas. 

Así que, asumiendo que la motivación realmente venga de casa, depende de la capacidad del líder potenciarla para explotar al máximo el talento de su equipo… o anularla para acabar con un equipo que vague por los pasillos sin ganas de nada. 

Hoy nos vamos a poner filosóficos para tratar de entender qué es la motivación, y cómo el liderazgo juega un papel fundamental en su desarrollo

¡Empezamos! 


Lo que encontrarás en este artículo


#1. ¿Qué es la motivación? 

La motivación es una fuerza interna que impulsa a las personas a actuar y alcanzar sus metas. A nivel teórico, se clasifica en dos tipos: 

  1. Motivación intrínseca: La que proviene de dentro de la persona. Está impulsada por el deseo de obtener satisfacción personal, disfrutar de la actividad en sí misma, o de sentirse realizado con lo que se hace. Por ejemplo, un empleado que ama su trabajo y disfruta de su día a día está motivado intrínsecamente. 
  1. Motivación extrínseca: Esta proviene de factores externos y está impulsada por recompensas tangibles o intangibles como el dinero, el reconocimiento, los ascensos, o la aprobación social. Aquí el ejemplo sería el de un empleado que trabaja duramente para que le suban el sueldo o que lo promocionen a un rol más importante. 

Como sabiamente te estarás imaginando, la combinación de estos dos tipos de motivación es la que influye en el comportamiento y el rendimiento de los equipos. Y por eso decimos que el liderazgo juega un papel fundamental en la motivación laboral. 

Y es que, si bien la motivación intrínseca es difícil de gestionar, es responsabilidad del líder saber cómo explotar la extrínseca para maximizar el compromiso y la productividad. 

Además, factores como un ambiente de trabajo positivo, la claridad en los objetivos, y las oportunidades de desarrollo personal y profesional también juegan un papel crucial en mantener la motivación alta.  

Pero nada de spoilers, que eso lo veremos más adelante. 

#2. ¿Qué es el liderazgo? 

A grandes rasgos, liderar es la habilidad de influir, guiar y dirigir a un grupo de personas hacia el logro de objetivos comunes. Establece la dirección, inspira y (oh, sorpresa) motiva a los suyos para que den lo mejor de sí mismos. 

Pero un líder no solo se enfoca en alcanzar metas. 

También crea un ambiente de trabajo positivo, fomenta la colaboración y se preocupa por el bienestar de los colaboradores.  

#3. ¿Cómo influye el liderazgo en la motivación del equipo? 

Antes hemos dicho que la motivación intrínseca es difícil de gestionar. Lo cual significa que no es imposible, porque la verdadera esencia del liderazgo radica en la capacidad de generar un impacto positivo y duradero en las personas y en la organización.  

Así, la chispa que enciende la pasión y la dedicación es la inspiración.  

En este sentido, la forma en que un líder se comporta, comunica y toma las decisiones determinará cómo será el ambiente laboral. Y los empleados tienden a reflejar el entusiasmo, la ética de trabajo y la visión del líder.  

Los líderes inspiradores alientan a los suyos a pensar fuera de la caja, a tomar riesgos calculados y ver los obstáculos como oportunidades de mejora. 

Y los líderes que motivan, involucran e inspiran a sus equipos son los que construyen el éxito de la organización. 

#4. Cómo liderar para motivar a tu equipo 

Son muchas las teorías de motivación laboral que se han desarrollado a lo largo de los años. Algunas de ellas las hemos tratado por aquí, y otras por el podcast.  

Haciendo una recopilación, aquí te dejamos con algunas estrategias sintetizadas que puedes seguir y que, bien implementadas, tienden a dar resultados positivos: 

1. Establece objetivos claros 

Motivar a través del salario tiene sus límites, ya que llegará un punto en el que los empleados querrán más. En su lugar, deja claros los objetivos y las consecuencias de alcanzarlos o no. Esto permite que el personal entienda mejor su trabajo y lo realice con más ganas, al saber exactamente qué se espera de ellos y cómo su desempeño impacta en su progreso. 

2. Fomenta el compromiso con la compañía 

Desarrolla un sentido de compromiso integrando las necesidades de la organización con las individuales. Los empleados necesitan entender que su prosperidad está ligada al éxito de la empresa. Si ven que su crecimiento profesional está alineado con el crecimiento de la organización, es más probable que se motiven a alcanzar las metas corporativas. 

3. Reconoce y celebra el trabajo bien hecho 

El reconocimiento es fundamental para mantener la motivación on fire. Reconocer los logros conseguidos no solo incrementa la satisfacción laboral, sino que también eleva el rendimiento y la productividad, cumpliendo con las necesidades de estima en la pirámide de Maslow. 

4. Ofrece un equilibrio entre recompensas intrínsecas y extrínsecas 

Si bien las recompensas salariales son importantes, aspectos como el desarrollo profesional y la autonomía en el trabajo también lo son. Como ya te hemos mencionado, el sueldo tiene sus limitaciones, por lo que, llegados a un punto, lo que realmente motivará a los empleados será otros aspectos como el crecimiento personal, el buen ambiente, el ser valorado y reconocido, llevarse bien con sus colegas, tener una buena relación con su responsable, etc… 

## Conclusión 

La clave del liderazgo efectivo está en saber cómo motivar a tu equipo. No se trata solo de alcanzar objetivos, sino de crear un ambiente en el que la motivación pueda crecer tanto desde dentro (lo que realmente les gusta hacer) como desde fuera (reconocimientos y recompensas).  

Un buen líder no solo da órdenes, sino que inspira y apoya a los suyos, creando un entorno donde todas las personas se sientan valoradas y con ganas de dar lo mejor de sí mismas.

Así, el éxito no solo se mide en números, también cuenta el compromiso y la felicidad de las personas que forman parte de la empresa. 

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