¿Has oído hablar del método MIMO? No, no tiene nada que ver con pintarse la cara de blanco e ir haciendo movimientos exagerados sin sonido por la oficina. Si trabajas liderando personas, atiende porque esto te interesa.
¡Empezamos!
Lo que encontrarás en este artículo:
- El método MIMO o cómo hacer un buen feedback.
- MIMO: Mantener, Incorporar, Mejorar y Omitir.
- Cómo aplicar el método MIMO en tus sesiones de feedback.
#1. El método MIMO o cómo hacer un buen feedback
La comunicación es la base de toda relación sana. Y, sobre todo, la comunicación en el entorno laboral es lo que permite a los líderes fuertes crear equipos de alto rendimiento.
Por eso, como responsable de equipo, es tu deber saber cómo ofrecer un feedback de calidad. Eso significa que cosas como “Has estado genial” o “No me ha gustado cómo has actuado”, no son retroalimentaciones válidas.
¿Por qué? Pues porque la persona que las recibe se queda igual. No sabe qué es lo que ha hecho “genial” para poder repetirlo en el futuro; ni identifica qué aspectos son los que podría mejorar.
Precisamente, el método MIMO es una estrategia de feedback muy útil y eficaz para poner de relieve las facetas clave que fomentan el aprendizaje y el crecimiento profesional.
Además, esta herramienta no solo mejora la comunicación, sino que promueve la implementación de acciones para una mejora continua. Y eso es justo lo que se pretende conseguir con el feedback.
#2. MIMO: Mantener, Incorporar, Mejorar y Omitir
Existen muchas técnicas para dar feedback: como la típica Sandwich, el Feedforward o el método Radical Candor. De todas ellas hemos hablado tanto en nuestro podcast Siempre Puedes Practicar Surf, como en el blog, así que te invito a que te des un paseo por la web para saber más 😉
Si bien todas estas técnicas son efectivas, la de MIMO nos gusta especialmente porque es sencilla, fácil de aplicar y se consiguen excelentes resultados. Por eso, esta metodología casi siempre está presente en nuestras formaciones, y también es la que utilizamos entre nosotros aquí en GHC.
Y es que la técnica MIMO es ideal para que las personas puedan identificar acciones, comportamientos y actitudes relevantes que mejoren su trabajo con respeto y haciendo énfasis en el valor de sus aportaciones.
Se llama MIMO porque en realidad esta palabra es un acrónimo, y sus siglas pertenecen a la primera letra de:
- Mantener
- Incorporar
- Mejorar
- Omitir
💡Utilizar este acrónimo resulta útil para acordarse de la estructura a seguir cuándo vayamos a dar feedback a nuestros colaborades.
Bien, llegados a este punto te preguntarás, ¿cómo aplicar el método MIMO para un feedback eficaz?
¡Vamos a verlo!
#3. Cómo aplicar el método MIMO en tus sesiones de feedback
Esta metodología utiliza una estructura de 4 pasos, todas ellas relevantes y con un propósito de mejora y aprendizaje prácticos: después del feedback la persona sabrá exactamente qué hacer y qué no hacer en futuras ocasiones.
Vamos a echar un ojo a lo que significa cada palabra del acrónimo MIMO:
Mantener
El primer paso será dar una valoración positiva sobre todas aquellas acciones que la persona o el equipo ha realizado y han funcionado según las expectativas. Y, como han dado buen resultado, lo mejor es mantenerlas en futuros proyectos, informes, discursos, o lo que sea que estemos valorando.
En otras palabras, si va bien, no lo toques.
Incorporar
El segundo paso es mencionar todo aquello que hemos echado en falta y que se debería incorporar en las futuras acciones para aumentar el valor de los resultados. Es decir, detalles que mejorarían la calidad del proceso.
En esta parte, una buena idea es preguntar por qué se han omitido esas acciones e invitar a las personas a la reflexión.
Mejorar
A continuación, nos focalizaremos en los aspectos que han estado presentes y queremos que continúen estándolo porque aportan un valor significativo al trabajo, pero no de la manera en la que se han hecho.
Aquí podemos dialogar con los miembros del equipo y preguntarles qué modificaciones o adaptaciones se podrían hacer para potenciar los resultados. La idea no es dar nosotros la solución, si no fomentar el pensamiento crítico para llegar a conclusiones de mejora.
Omitir
Por último, señalaremos todas aquellas acciones que no aportan valor al trabajo y que, incluso, podría perjudicarlo. Pueden ser aspectos redundantes, poco objetivos o sin información que lo que hacen es restar agilidad o calidad al proceso.
Es importante destacar que, durante esta parte, nunca debemos aludir a la persona, porque no es a ella a quién estamos valorando, si no a su trabajo. Y, por supuesto, un lenguaje en positivo ayuda a aceptar las críticas constructivas.
Así que, en vez de decir “Esta parte de la presentación donde hablas de X no sirve para nada, no lo vuelvas a hacer”, es mejor comentar algo como “Si quitaras X de la presentación, ganarías dinamismo”.
## En conclusión
La técnica MIMO es una herramienta de feedback útil y sencilla centrada en acciones y hechos objetivos que permite al equipo reflexionar sobre su trabajo y cómo mejorarlo para convertirse en mejores profesionales.
Una metodología que, como su propio nombre indica, posibilita a los líderes generar críticas constructivas con “mimo”, bien estructuradas y con oportunidades reales de mejora.
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