¿Potenciar la productividad laboral con la ley del menos es más? 5 prácticas que demuestran que sí se puede

Hay una creencia bastante extendida que dice que cuando los colaboradores están felices y contentos trabajan más. Pero no es cierto. Lo que sí es cierto es que trabajan mejor: con más tranquilidad, más seguridad, mayor concentración, más detalle. Y claro, eso se nota en mejores resultados y mayor productividad.

Puede que a algunxs managers le explote con la cabeza con la siguiente afirmación: y es que maximizar la productividad del negocio no depende de trabajar más, depende de trabajar en las mejores condiciones. 

A todo esto… la fruta está bien. Y las cosas gratis también, para que engañarnos. Por lo tanto, tener fruta gratis en la oficina para todxs se agradece y siempre es bueno tener algo sano a mano que te mate el gusanillo del hambre a las 11 de la mañana.  

Lo que no está tan bien es pensar que la fruta gratis, o cualquier otra iniciativa por el estilo, es la panacea y el remedio para hacer felices a tus colaboradores y animarlos a trabajar mejor. 

Pero tenemos una buena noticia. Existen estrategias igual de sencillas que realmente sí que funcionan para disparar la productividad y la eficacia del equipo.  

Y, aunque pueda parecer que los siguientes párrafos van en contra de toda lógica, ya verás que, para conseguir más, hay que hacer menos 🤯 

¡Empezamos! 

#1. Menos horas de trabajo = más objetivos cumplidos (y mejores resultados) 

¿Contraintuitivo? Párate a pensar un momento cuántas horas de tu jornada laboral estás realmente centradx en tu trabajo. 

Las personas no tenemos un poder de atención ilimitado. De hecho, es bastante reducido, y solo podemos estar concentrados unas pocas horas al día. Es durante ese periodo de tiempo durante el cual el grueso de las tareas es efectivo.  

Una vez acabada la gasolina del foco, lo más probable es que tengas a un puñado de empleadxs sentados delante del ordenador haciendo ver que hacen cosas. 

A lo mejor si parecen productivxs se vuelven productivxs. 

Interesante observación. Pero obligar a tu equipo a pasar más horas de las necesarias en su puesto de trabajo lo único que conlleva es estrés, cansancio y el desarrollo de enfermedades laborales. 

Por el contrario, si tus colaboradores se van a casa una vez han acabado todo lo que tenían que hacer, no solo les estás aportando bienestar, estás contribuyendo a que puedan recargar pilas para seguir siendo productivxs por más tiempo.  

Estar con la familia, amigos, dar un paseo, ir al gimnasio o pasarte la tarde acariciando al gato son actividades que ayudan a desconectar la mente y liberarla de la carga excesiva y el estrés, lo que promueve la felicidad y, por lo tanto, ayuda incrementar la productividad y la fidelidad laboral. ¿Qué más se puede pedir? 

#2. Menos presencialidad = más rendimiento (y mejores resultados) 

Desde que la pandemia obligó a las empresas a pasar su rutina habitual al teletrabajo, son muchos lxs profesionales que, una vez experimentado todos los beneficios de trabajar desde casa, ya no quieren volver a trabajar en la oficina.  

Dadas las circunstancias, en las que la “guerra por el talento” dificulta las nuevas contrataciones, pensar en perder a miembros del equipo porque se van a otras empresas más flexibles en las que estarán más contentxs y satisfechxs no una imagen demasiado apetecible, ¿no? 

El problema está en que muchxs managers “necesitan ver” a su equipo para saber que están trabajando. Aunque eso implique ver cómo lo que están haciendo en realidad es calentar la silla. 

Por eso, lo mejor es dejar de contar el rendimiento a través de las horas trabajadas, y más por los resultados conseguidos. Así, da igual en qué lugar se encuentren lxs colaboradores, podrás ver como su desempeño se hace efectivo.  

Y por si necesitas más datos: 

• El 68% de los profesionales españoles afirma ser igual o más productivo trabajando en remoto. 
• El 53% de los trabajadores remotos hacen menos descansos cuando están en casa que cuando están en la oficina. 
• El 85% de las empresas confirma que su productividad aumentó al proporcionar mayor flexibilidad a sus empleados. 

#3. Menos KPIs = Más soluciones (y mejores resultados) 

¿Alguna vez has oído hablar de la Ley de Pareto? 

Este principio, también conocido como la Regla del 80/20, establece que el 80% de las consecuencias proviene del 20% de las causas. 

• El 80% de los resultados de tu trabajo lo obtienes invirtiendo un 20% de tu tiempo. 
• El 20% de la ropa de tu armario la usas el 80%; y el 80% de la ropa restante solo la usas un 20% de veces. 
• El 20% de los clientes de tu empresa generan el 80% de sus beneficios. 

• Solo utilizas el 20% de las apps que tienes instaladas en tu teléfono. El 80% restante apenas las miras. 

Y podríamos seguir. 

Este principio se aplica a cualquier ámbito de la vida y sí, también en la gestión de la productividad. Lo que implica que para mejorarla ya puedes diseñar un elaborado plan con una cantidad ingente de indicadores de evaluación, que solo unos pocos serán los que verdaderamente influyen en los resultados. 

¿Esto en que se traduce? En que si quieres conseguir más, tienes que hacer menos. El objetivo es centrarse y evaluar aquello que es más importante y dejar de lado todo lo que no aporta valor. 

#4. Menos micromanagement = más autogestión (y mejores resultados) 

Es natural que como líder quieras saber cómo está progresando el trabajo de tu equipo, especialmente si la tarea en cuestión es importante y requiere atención. 
 
Sin embargo, preguntar sobre el estado de un proyecto a cada momento no solo es agotador para tus colaboradores, sino que también es perjudicial para el propio avance del trabajo: interrumpes el ritmo, lxs empleadxs pierden la concentración y el trabajo se retrasa.  
 
Al final, el micromanagement hace que el equipo tenga que dedicar más tiempo a responder a sus requisitos y sugerencias que a hacer el trabajo en sí, que es exactamente lo contrario a aumentar la productividad. 

Cuando contratas a una persona, lo haces porque ha demostrado que puedes confiar en sus capacidades, por lo que el micromanagement no es una opción.  

Y si no es el caso… tienes dos opciones: 

• Buscar a otra persona que sí demuestre las aptitudes necesarias. 
• Invertir en formación y entrenar habilidades para mejorar la profesionalidad de tus empleadxs. 

En cualquiera de los dos casos, puedes llamarnos si necesitas ayuda 😉 

#5. Menos tiempo delante de la pantalla = más ideas innovadoras (y mejores resultados) 

The Collaborative Fund señala en uno de sus artículos que el 38% de los trabajos de ahora están destinados a ser ocupados por managers, directivos y profesionales de alta cualificación. Se trata de trabajos en los que la toma de decisiones juega un papel fundamental. 

Y para ser productivx y eficaz en la toma de decisiones, es imprescindible poder tener ratos de tranquilidad, silencio y relajación que ayuden a “abrir la mente”.  

El problema es que muchxs jefes piensan en que, si no estás delante del ordenador aporreando el teclado, enviando emails y quemando el teléfono, no estás trabajando. 

Si has contratado a personas para que piensen y quieres ver resultados, entonces deberás dejar que hagan precisamente eso: pensar. Lo que a menudo implica parecer que solo están mirando las musarañas o intentando mover el bolígrafo con la mente. 

Sin embargo, ese rato que a priori parece poco productivo, acaba proporcionando ideas sumamente rentables. 

##En conclusión… 

Si tu trabajo es el de gestionar un equipo y quieres potenciar su productividad, recuerda que “menos es más”.  

Dales a tus colaboradores la oportunidad de ser más flexibles con su horario, contar menos las horas, centrarse en lo realmente importante, tener más autonomía y más tiempo para relajarse y pensar, y déjate sorprender por los resultados (spoiler: posicionar a tu empresa en lo más alto). 

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Idea original:  

• Jank, J. (2022). 5 Ways Less Is More When Managing Your People. Medium.