Organizaciones Inteligentes

¿Quieres convertir tu empresa en una Organización Inteligente? Te explicamos cómo conseguirlo

Las Organizaciones Inteligentes son aquellas capaces de ampliar y mejorar el capital intelectual de sus empleados, permitiéndoles potenciar todos sus conocimientos y convertirlos en profesionales mucho más competitivos.  

Es posible que tras leer esto, te hayan venido a la cabeza conceptos que ahora mismo están en boca de todos: formaciones, upskilling, reskilling… Parece que este tipo de conceptos hayan surgido en la actualidad a consecuencia del mercado VUCA (volátil, incierto, complejo, ambiguo) en el cual vivimos y, hechos como la pandemia que estamos sufriendo, están constatando a marchas forzadas que, si las empresas no se adaptan y transforman, están perdidas. 

Sin embargo, esto tan “novedoso” no lo es tanto. De hecho, el concepto de Organización Inteligente surgió en los años ‘90 de la mente de Senge, uno de los autores más reconocidos de su época en cuestiones de liderazgo y crecimiento empresarial. 

Atención a esta cita de la revista Fortune: “Olvide sus viejas y trilladas ideas acerca del liderazgo. La empresa de mayor éxito de la década de los 90 será llamada organización inteligente”. ¿No te parece algo que podrías leer hoy mismo? ¿Es el aprendizaje continuo la ventaja competitiva que más se sostiene a través del tiempo? 

¡Vamos a verlo! 

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Lo que encontrarás en este artículo


#1. ¿Qué es una organización inteligente? 

Como ya te he adelantado, el concepto de Organización Inteligente aparece por primera vez en la obra de P. Senge titulada “La Quita Disciplina”. Para Senge, una organización inteligente es aquella que no se conforma con adaptarse a los acontecimientos, si no que basa su funcionamiento en la proactividad constante (si leíste la newsletter de la semana pasada sabrás de qué estoy hablando 😉). 

Simulando la inteligencia humana, las empresas deberían ser capaces de comprender su entorno, analizarlo, aprender de él y poner en práctica esos aprendizajes para construir nuevos escenarios que les permitan crecer y expandirse continuamente. Es decir, las organizaciones inteligentes tienen la capacidad de crear

Además, este tipo de organizaciones tienen un sistema de jerarquías muy característico: ninguno en absoluto. Senge considera que para que una empresa sea realmente creativa, debe ser un sistema abierto en el que el comportamiento de sus miembros esté interrelacionado y unido para la consecución de objetivos comunes.  

Lejos del clásico modelo jerárquico donde una persona ordenaba y mandaba sobre las demás, una organización inteligente cuenta con equipos autoorganizados capaces de responsabilizarse de sus propias tareas y donde cada miembro del equipo es una pieza fundamental para el desarrollo empresarial.  

Pero esta apertura no solo debe quedar de puertas para adentro, también de puertas para afuera.  

Las empresas necesitan – y deben – interactuar con todos los elementos de su entorno: clientes, proveedores, competidores, accionistas, etc. Gracias a ello, lograrán comprender las dinámicas que moldean el mercado y tomar las medidas adecuadas para adaptarse a ellas.  

Cuando una empresa logra ser inteligente, es capaz de: 

  • Identificar rápidamente las necesidades del mercado y adelantarse a sus competidores. 
  • Ir adaptándose a los cambios a un ritmo estable y continuado. 
  • Tener equipos autoorganizados y en perpetuo aprendizaje. 
  • Promover habilidades comunicativas que mejoran las capacidades de liderazgo. 
  • En consecuencia, se logra obtener una plantilla altamente eficaz, innovadora y productiva

#2. El pensamiento sistémico como sustento de las organizaciones inteligentes 

Muchas organizaciones, cuando se encuentran delante de un problema, inevitablemente se centran en aliviar los síntomas olvidándose de la causa que originó dicha situación. Esto puede suponer una solución a corto plazo pero, a la larga, la empresa puede convertirse en “esclava” de estas soluciones, convirtiéndolas en un problema aún mayor. 

Para evitar estas situaciones, Senge propone una aproximación al pensamiento sistémico. Este tipo de pensamiento aborda los problemas con actos a pequeña escala que aportan soluciones a largo plazo. Para ello, hay que pensar en la organización como un sistema complejo en el que cuando realizamos un pequeño ajuste en un lugar, esta modificación afecta a la organización en todo su conjunto. 

El secreto está en la masa reside en ser capaz de averiguar dónde actuar, dónde están esas “palancas” que, al accionarlas, generan comportamientos que en un principio pueden parecer imperceptibles pero que en realidad implican una mejora sostenible en el tiempo.  

La perspectiva sistémica es, dicho en una frase proverbial: “Que los árboles no nos impidan ver el bosque”. 

#3. 5 imprescindibles de las organizaciones inteligentes 

Para dominar el pensamiento sistémico, es necesario dominar otras cuatro disciplinas que son: Dominio Personal, Aprendizaje en Equipo, Visión Compartida, Modelos Mentales. Estas, junto al pensamiento sistémico en sí, son los cinco elementos imprescindibles de toda organización inteligente.  

Vamos a ver cada una de ellas. 

  • Dominio personal. Se trata de una elevada introspección en la que las personas son capaces de comprender en profundidad sus visiones personales, permitiéndoles poner foco en los objetivos, ver la realidad con objetividad y compartir sus aprendizajes con el resto del equipo. Como resultado de este saber compartido se logran equipos altamente eficientes. 
  • Visión Compartida. A veces ocurre que el líder intenta imponer su visión al resto del equipo. Esto es una visión compartida “falsa”. La visión compartida tiene que ser inherente del grupo y guiar las actuaciones y la toma de decisiones de manera conjunta y así lograr generar un sentimiento de compromiso por parte de todos los miembros de la organización. 
  • Modelos mentales. Esta disciplina está orientada a saber identificar los sesgos cognitivos que nos impulsan a actuar de una manera concreta que, en la mayoría de los casos, resulta ser perjudiciales y darles la vuelta, haciéndonos conscientes de la realidad.  
  • Aprendizaje en equipo. Este componente hace referencia al proceso por el que los equipos se alinean sobre un objetivo y cooperan para lograr resultados. Para que esto sea posible es imprescindible haber dominado antes la visión compartida y los modelos mentales. Cuando las organizaciones aprenden en equipo, las ideas y soluciones que se generan son más creativas, innovadores y de mejor calidad. 
  • Pensamiento sistémico. Es lo que se consigue integrando los anteriores componentes. 
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#4. Consejos para crear una organización inteligente 

Si quieres que tu empresa sea considerada inteligente, aplicar estos tips te puede ayudar a conseguirlo: 

  1. Alíate con la tecnología 

Una de las principales características de las empresas inteligentes es que son proactivas y tienen visión de futuro, con esto se aseguran de que cuando llegan los problemas éstos no le den en los morros. ¿Brujería? ¿Tarot? No, tecnología. Utilizar herramientas de Big Data y People Analytics permite a las empresas establecer patrones de comportamiento que les ayudan a comprender el porqué de las cosas y a hacer predicciones de futuro.  

Cuando estos patrones empiezan a modificarse… bueno, es que algo está sucediendo. Monitorizar este tipo de información es lo que hace que las empresas inteligentes estén siempre un paso por delante.  

  1. Comparte la cultura y los valores corporativos 

Si quieres establecer una visión compartida de los objetivos, es imprescindible montar una buena estrategia de comunicación que ayude a difundir e integrar en la fuerza laboral la misión y los valores de la compañía. Si los empleados no conocen el propósito de su trabajo (más allá de por la nómina), difícilmente estarán alineados con los objetivos.  

Sin embargo, cuando los empleados tienen clara la visión de la compañía, es más probable que se comprometan por llevarla a cabo. 

  1. Potencia el feedback 

En las organizaciones altamente inteligentes, todo se habla. T-O-D-O. El feedback es muy importante, tanto para comentar el rendimiento positivo como el negativo, por lo que en la organización debe imperar la comunicación abierta y honesta.  

De todo se aprende, incluso de los errores. Y, de hecho, este es uno de los mantras principales de este tipo de organizaciones. Para innovar hay que experimentar. A veces sale bien, otras veces sale mal, y otras veces es un desastre total. Sea como sea, nunca hay que callarse los errores, hay que compartirlos y aprender de lo sucedido. 

  1. Pon a los empleados en el centro de todas las estrategias 

Las empresas inteligentes conocen a fondo a sus empleados. Tienen presente sus fortalezas y sus debilidades con el fin de poder extraer todo su potencial. Además, las organizaciones saben que, si quieren lograr el éxito, deben cuidar de sus empleados y ponerlos por encima de todo. Su bienestar es su satisfacción, y cuando un empleado está satisfecho ofrece mejores servicios, con lo que los clientes también estarán más contentos. 

Volviendo al pensamiento sistémico, esta es una de las “palancas” que muchas empresas pasan inadvertidas. Para motivar a la plantilla, hay que conocer qué factores son aquellos que los hacen felices y establecer acciones que logren cumplir con ese objetivo.  

  1. Abraza las metodologías ágiles 

No es ningún secreto que las metodologías ágiles son la base de las organizaciones inteligentes con equipos de alto rendimiento. Una estructura de trabajo con un enfoque ágil permite a las organizaciones desarrollar procesos y satisfacer las necesidades de los clientes mucho más rápido.  

Estas metodologías son lo que hacen que los equipos puedan autogestionarse, y los líderes ágiles dejan que sus equipos den rienda suelta a su imaginación y creatividad, siempre manteniendo el foco en un objetivo en común, que es el que hará que se obtengan los resultados esperados.  

  1. Fomenta el aprendizaje continuo 

Las organizaciones inteligentes se definen como aquellas en un estado de perpetuo aprendizaje, por lo tanto, esto es algo que se debe fomentar. No solo a nivel de aprendizaje basado en la asimilación de información a través de los errores y los aciertos, también en un aprendizaje activo a través de formaciones específicas que den solución a la falta de conocimientos que se van volviendo cada vez más presentes a medida que la tecnología va avanzando. 

El tiempo pasa, los recursos evolucionan, algunas prácticas se quedan desfasadas… Si no queremos quedarnos en atrás, es importante mantener a la plantilla actualizada. 

## Conclusiones 

¿Es el aprendizaje continuo la ventaja competitiva que más se sostiene a través del tiempo? Dados las evidencias, parece ser que sí. 

Las organizaciones inteligentes son lo que perseguían ser los negocios de los años ‘90, son las empresas de éxito de hoy y serán las organizaciones que sobrevivan el día de mañana. 

Lo estamos viendo continuamente: en informes, estudios, encuestas, noticias… Los CEOS de todo el mundo demandan empleados con la capacidad de aprender, desaprender y seguir aprendiendo.  

¿Necesitas ayuda para convertir a tu empresa en una organización inteligente? En Global Human Consultants te podemos ayudar.  

Y tú, ¿qué opinas? ¡Déjame un comentario!

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